sábado, 7 de noviembre de 2015

ÉTICA APLICADA, LA EUTANASIA Y EL SUICIDIO ASISTIDO

Antes de iniciar con las reflexiones propias del tema, contextualicemos el término Eutanasia: La Eutanasia significa buena muerte, y es un procedimiento médico con el cual se pretende poner fin al sufrimiento de un enfermo desahuciado. Para que ésta se lleve a cabo, debe existir una manifestación expresa del enfermo y además estar sujeto a una condición médica comprobable.
 La decisión de realizar esta práctica ha dado muchas vueltas a lo largo de la historia de la humanidad, en la antigua Grecia, filósofos como Cicerón y Platón admitían que era apropiado ayudar a morir a quienes no tenían una vida digna y gloriosa.

Ya en la edad media, el contexto religioso considera esta práctica como pecado, y posteriormente, filósofos como Francis Bacon argumentan que esto no es un tema religioso sino científico, pues solo la ciencia puede determinar si un enfermo debe morir o no.
En el presente este tema es blanco de opiniones diversas, las cuales quiero enmarcar desde el punto de vista de la ética aplicada.

Haciendo referencia a los argumentos del ponente Diego García, con relación a la bioética, existen tres puntos claves :

  • Hacer un uso razonable  y prudente de los avances tecnológicos, manipulación del adn, de las fases de la vida y la manipulación del final de la vida
  • Realizan un manejo adecuado de costos, distribución de recursos y toma de decisiones con criterios justos para que todos tengamos acceso a la salud y a los dichos recursos.
  • Autogestión, responsabilidad y educación a los pacientes para que todas las personas manejen prudente  la gestión de su cuerpo.






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